Contaminantes atmosféricos y efectos sobre la salud

¿Quién está en riesgo?

La mala calidad del aire puede irritar ojos, nariz y garganta, provocar falta de aire, agravar el asma, otras afecciones respiratorias y afectar el corazón y el sistema cardiovascular. Respirar aire contaminado durante largos periodos de tiempo puede causar problemas más graves.

Personas con mayor riesgo

Niños

Libra por libra, los niños respiran más que los adultos y son más sensibles a la contaminación. Sus vías respiratorias son más estrechas y una leve inflamación o irritación alcanza para que se obstruyan. Los niños suelen pasar más tiempo al aire libre y son más activos que los adultos. También son más propensos a padecer asma u otras enfermedades respiratorias, que se ven agravadas por la contaminación atmosférica.

Adultos mayores

Los adultos mayores pueden padecer enfermedades cardiacas, pulmonares o diabetes que los ponen en mayor riesgo. Las personas con diabetes corren mayor riesgo, en parte, porque también tienen mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular subyacente.

Adultos activos

Los adultos sanos de todas las edades que hacen ejercicio o trabajan intensamente al aire libre son susceptibles a la contaminación atmosférica porque tienen un mayor nivel de exposición. El ejercicio hace que las personas respiren más rápida y profundamente, lo que acarrea más aire a los pulmones. En el caso del ozono, el riesgo de sufrir efectos graves aumenta en las horas de la tarde. Es mejor hacer ejercicio en la mañana o en la noche, cuando se supone que las concentraciones de ozono son más bajas.